De Pedro Sánchez todo está dicho;
y lo que es más fascinante es que esta especie de GECKO DE MADAGASCAR no oculta
sus altísimas capacidades en el arte del camuflaje; porque eso es el gecko de
Madagascar: el animal más perfecto en el arte de ser reconocido por el ojo
humano.
Y ante el asentado y reconocido
arte de nuestro presidente para ocultar y disfrazar la verdad dando todo tipo
de volteretas y piruetas para conseguir con indudable éxito sus objetivos, van
surgiendo discípulos en el amplio espectro de nuestra “nueva política”.
Y entre ellos el más intrépido es
Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Tal es su semejanza
al gecko Sánchez que hasta la cuidada apariencia externa del político de
Ciudadanos se asemeja en modo y forma a la del presidente Sánchez: o sea (como
diría Irene Montero) mega guay y cuidado de la muerte. Para entendernos: de
atención prioritaria cada 8 horas ante el espejo y vigilancia aplicada ante la báscula.
En el ciudadano Aguado se da el
apareamiento necesario y paso previo a ser un Marcus Junius Brutus de siglo XXI:
militar en un partido “sálvese quien pueda” y oler la fragancia envolvente del
poder (o sea, como diría Irene Montero): jo tía supercámaras, pasillos que se abren a su
paso, miradas, la atención mediática de los medios afines al Gecko.
Ignacio Aguado se ha tirado al
monte a la caza de poder y ya no disimula en absoluto que se encuentra más cómodo con cualquiera antes que con
Isabel Ayuso. No hace falta ser ningún erudito politólogo para fijarse en la
coincidencia en el tiempo con las gestiones que está haciendo su jefa, Inés
Arrimadas, pactando la sexta, séptima (o vaya vd a saber el número) prórroga del Estado de Alarma para afrontar la desescalada con el Presidente y sus socios: Rufián, Otegui y el amplio repertorio incendiario afines a Sánchez. Si alguno piensa que Ignacio Aguado no está
maquinando, negociando su apoyo al PSOE en el asalto a la Comunidad de Madrid
es desconocer la nueva política y sus “alumnos”.
Y de la mano de la condenada a 9 meses de prisión ¡¡Isa
Serra!! (ver la entrada del blog correspondiente al 31 de mayo en el apartado "personajes").
Las últimas declaraciones de Brutus Aguado han sido cristalinas: “soy y seré fiel a la Presidenta”, “conmigo se está demostrando que hay formas diferentes de hacer políticas”.
Ignacio Aguado ya venía
avisando; veamos:
Ignacio Aguado, se vio forzado a tener una entrevista con la líder del grupo parlamentario VOX en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio. Para esta cita Ignacio Aguado puso sus condiciones: que la reunión fuera un domingo, en un hotel céntrico de la capital, ninguna foto, con el siguiente horario: 9 de la mañana, y que cada uno entrara por puertas diferentes. Cita clandestina imponiendo condiciones cuanto menos ofensivas para una mujer y de un machismo cristalino (como diría el marido de la megaguay Irene Montero).
La gran gestión conocida y
RECONOCIDA de Ignacio Aguado en la anterior legislatura al frente del grupo
Ciudadanos en la Comunidad de Madrid fue organizar, planificar y llevar a cabo
el transfuguismo de Angel Garrido del PP a Ciudadanos, trabajo que, por cierto,
cumplió con gran diligencia.
Otra perla referente a las prácticas del vicepresidente de la Comunidad de Madrid: conocidos eran sus codazos por aparecer junto al expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en aquellos tiempos en que el partido andaba por los 50/60 diputados y cercano a dar el sorpasso al PP.
Adjunto foto del día de la dimisión de Rivera; la cabecita que aparece al fondo a la derecha creo es la del “Pedro Sánchez de la Comunidad de Madrid”.
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