viernes, 5 de junio de 2020

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: profesionales



En este capítulo incluido en nuestro blog en el apartado de la reflexión incluimos hoy la primera parte de esta entrada titulada “Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: profesionales”. En esta parte trataremos de situar a los dos personajes. Y en próximos días ampliaremos este escrito con una segunda parte cuyo título será “los peligros y la solución”.
Aprovecho para agradecer la muy buena acogida que está teniendo este blog en el corto espacio de vida de una semana.    

El 27 y 28 de mayo del 2020 hemos tenido sesión en el Congreso de los Diputados y la primera sesión de la Comisión de Reconstrucción en el Senado respectivamente. De ambas asambleas se puede extraer una imagen común con dos protagonistas: un Pablo Casado y un Iván Espinosa de los Monteros perplejos, desconcertados y confundidos ante los improperios y ofensas de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en medio de los aplausos de la bancada PSOE/UP en el Congreso y la justificación vergonzosa de Patxi López y complicidad de senadores en el Senado.

En el debate político se tiene asumido un cierto clima de crispación y/o mentiras por el que se mueven los políticos; pero cuando alguno de los servidores de la patria (la inmensa mayoría ni sirven e incluso los hay que quieren acabar con la patria), se ve descubierto en alguna mentira exhiben un cierto pudor y sonrojo; o cuando alguno de los legisladores, en el fragor de la batalla dialéctica, lanza alguna proclama ofensiva contra otro, el propio Presidente del Congreso, en la actualidad Presidenta, se encarga de llamarle la atención y de encauzar el debate bajo unos mínimos principios de educación.

Pero en estos 27 y 28 de mayo, los señores Casado y Espinosa de los Monteros recibieron una seria advertencia: ambos son buenos parlamentarios, pero ante la pareja Pedro Sánchez y Pablo Iglesias aparecen como auténticos pardillos; el actual Presidente y su Vicepresidente son profesionales.
Asentados ambos en un estilo pendenciero y soberbio, Pedro y Pablo mienten, insultan, provocan y agitan de manera deliberada faltando a los más mínimos códigos de conducta, manejando las normas del bien y del mal con absoluta variabilidad. Demuestran sobrepasar un día sí y otro también las más elementales prácticas ajustadas de rectitud moral comportándose de manera amoral sin sentir remordimiento alguno. Y todo esto lo expresan con palabras y hechos y con una notable y sorprendente seguridad. Todo ello con la peligrosa y turbadora certeza que da el que “los suyos” aclaman esa conducta prescindiendo de cualquier mentalidad crítica. No vale “qué se dice”, sino “quién lo dice”.     

Ambos han institucionalizado la mentira. Nadie discute ya esa condición de la que presumen la pareja. El nivel de las mentiras es tan alto que tristemente empiezan a estar en peligro los Ministros que osan decir la verdad.

Y esta conducta aceptada y reconocida por todos, excede de toda lógica cuando los que asumen ese comportamiento son los propios. Se establece entonces entre el líder y su votante una relación peligrosa muy semejante a la que tienen el agresor y la agredida en la violencia de género: sumisión, dependencia y hasta en algunos casos veneración.

Un ejemplo: ¿qué puede justificar que una mujer asuma como líder válido un personaje como Pablo Iglesias que se autodenomina feminista, capaz de declarar públicamente que “azotaría a Mariló Montero hasta hacerla sangrar”?. No sólo hace gala de un vicio cuanto menos inquietante, sino que incluso lo convierte en un individuo peligroso al declarar abiertamente el nombre de la mujer señalada objeto de su deseo…y por cierto sin consentimiento, como corresponde a los agresores más dañinos. Y ese feminismo manipulado permite al líder colocar de Ministra a su pareja con la aceptación de todas sus admiradoras que aceptan la realidad de que  en la formación Unidas Podemos “la más apta” para tal cargo es la compañera sentimental del hombre que manda. Ella puesta a dedo y transmitiendo una imagen de que los méritos necesarios en una mujer para acceder a puestos de responsabilidad radica en valores de un pasado muy lejano.
Otro ejemplo: ¿qué puede justificar la complicidad del Presidente Pedro Sánchez con los colaboradores de asesinos? Complicidad tan íntima que ambas formaciones HB y PSOE muestran un afecto vergonzoso y vergonzante. Porque vergonzoso y vergonzante es que el acuerdo se produce entre los que por una parte asesinaban a mujeres, hombres y niños y a los compañeros de partido del PSOE y por otra Pedro Sánchez y Cía. Y todos estos hechos cuando el tiempo transcurrido desde los asesinatos es de escasos 20 años. Prácticamente todos los miembros del Ejecutivo actual ocupaban cargos relevantes en el PSOE cuando murieron asesinados Isaías Carrasco (7 marzo 2008), Juan Priede (21 marzo 2002), Froilán Elespe (20 marzo 2001), Joseba Pagazaustandua (8 febrero 2003) o Ernest Lluch (21 noviembre 2000)…todos ellos del PSOE.
Último ejemplo: la Guardia Civil puesta en entredicho por una investigación ordenada por una jueza (que por cierto imputó a la ex Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes) acusándola de “ir contra el Gobierno”, pesquisas que hacen las mismas personas que imputaron a cientos de cargos del PP y que terminaron con decenas de personas en prisión.

Las personas que dan por buena un modo de proceder así solo pueden entenderse en un ambiente de seducción y confusión que va mucho más allá de las ideologías.

Observar a Pablo Casado e Iván Espinosa de los Monteros ejerciendo de parlamentarios serios junto al tándem Pedro/Pablo produce la extraña sensación  de estar viendo a dos principiantes junto a dos profesionales. Pedro acabó insultando al líder de la oposición ¡¡por pedirle explicaciones en el escándalo más importante que afecta a la división de poderes en España: el caso Marlaska!! y Espinosa de los Monteros soportó  un “cierre la puerta al salir señoría” por parte de Pablo poniendo de relieve con estos dos ejemplos una chulería de la más baja naturaleza: soez,  chabacana e indigna del Presidente y Vicepresidente de un país civilizado.

A partir de ese “todo vale”: falseo en las estadísticas de muertos, dinero prometido de los ERTES  que no llega, el proceso soberanista en Cataluña invirtiendo miles de millones en viajes a visitar en Waterloo sin dedicar un solo viaje a Japón para intentar parar el cierre de NISSAN (20.000 familias al paro), tarjetas quemadas de móviles interfiriendo investigaciones policiales, detenciones de concejales de UP por abusos sexuales a menores, enchufismo en la colocación de cargos, puertas giratorias, el gasto más alto de Europa en sueldos a altos cargos y un extenso y largo etc que ya aburre.  

Causa estupor ver a una pareja tan mentirosa, hipócrita y manipuladora dirigiendo los destinos de un país.

Pero ese simple asombro se torna en auténtica sensación de peligro si ese país es España; esa España de Julio Anguita, José María Aznar, Pérez-Rubalcaba…

Pero de ese “peligro” reflexionaremos en el siguiente escrito. 

1 comentario:

  1. Bien,hacéis una fotografía de la realidad política actual española en la que no dejáis atrás ni uno sólo de los desmanes y tropelías llevadas a cabo por esta pareja de impresentables,pero sobre todo ponéis el enfoque muy bien dirigido hacia la chulería de la que hacen gala. Sinceramente yo soy e
    amigo de pocas violencias, pero no puedo más que saltar de mi sillón con ganas de... cuando se produce alguno de estos atropellos dialécticos que a fin de cuentas no son más que un reflejo claro de su forma de gobernar.
    Y por eso mi pregunta al igual que la de otros muchos españoles de bien es ¿hasta cuándo se va a consentir esta situación?

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