Agosto, entre montañas y playas
de Asturias, trae multitud de provechosas sensaciones: el clima es agradable,
las playas diversas y variadas, la comida excelente y el asturiano es cordial y
cuidadoso con la naturaleza.
Ando alojado en una casa en medio
de todas las tonalidades de verde que uno pueda imaginar. Rodeado de tanto
ambiente favorable, tuve la mala idea de encender el televisor al mediodía; y
todo el positivismo tan necesario para afrontar el duro otoño que nos espera,
se fue a pique al comprobar que el canal que se sintonizaba era LA SEXTA. Y en
el corto tiempo de 10 minutos me dio tiempo a escuchar una noticia muy del
estilo de esta cadena: un grupo de personas había localizado el cadáver de una
mujer asesinada por el bando nacional en 1.936. La postura del esqueleto hacía
pensar que había sido sometida a tortura. Escenas, en definitiva, dramáticas,
que la Guerra Civil española nos dejó y que felizmente nuestros abuelos y
padres tuvieron la misericordia de educarnos en la concordia y la paz. Aquel
trabajo de armonía se vio refrendado por una generación de políticos enormes
cuya capacidad de entendimiento y negociación conmovió al mundo.
No hubo olvido de aquel drama.
Hubo perdón y abrazo.
Y apareció José Luis Rodríguez
Zapatero que llegó a la Presidencia de Gobierno en el 2004 para permanecer
hasta el 2011. Al margen de una desastrosa gestión económica, el caótico
Zapatero abrió una vía de combate entre los “ganadores” y “perdedores” de la ya
olvidada Guerra Civil española consiguiendo, mediante la mal llamada Memoria
Histórica, que aquel acuerdo de que “todos perdieron” se chequeara de nuevo.
Y 16 años después tenemos una
España tan idiotizada y manipulada que el 16 de agosto, en la crisis más
importante económica y social mundial desde la segunda Guerra Mundial, LA SEXTA
(imagino que al requerimiento de SOS de los protegidos Unidas Podemos) nos
empieza a preparar para el “terrible otoño”: Franco, Guerra Civil y Juan Carlos
I.
Aportemos entonces algunos datos
a esta memoria histórica de Zapatero y recordemos algunos datos que se refieren
a una parte especialmente espeluznante y sobrecogedor de la Guerra Civil
española: las muertes violentas a las que fueron sometidas las religiosas.
Existen 295 asesinatos de monjas
rigurosamente documentadas; seleccionemos algunas muertes violentas, que no las
más escabrosas, cometidas por los milicianos:
25 de septiembre 1.936: Carmen,
Rosa y Magdalena Fradera Ferragutrasas (Misioneras del Corazón de María) son
desnudadas y violadas por un grupo de republicanos. Todavía vivas, y como
muestra de desprecio a su virginidad consagrada, las penetran con palos por la
vagina, les desgarran todas sus entrañas y aprietan el gatillo.
21 de septiembre 1.936: Sor María
José Ricart Carabert y Sor Trinidad Martínez Gil (Religiosas de las Carmelitas
Calzadas de Valencia) son capturadas por una docena de milicianos. Su
resistencia a ser violadas fue tan enorme que los “valientes republicanos”
deciden acribillarlas a balazos y, una vez muertas, les clavan una caña en la
vagina.
Enero 1.937: Carmen García Moyón,
que dirigía la catequesis de las niñas de Torrent es denunciada por una vecina.
Una vez detenida, es conducida a un paraje conocido como Barranc de les Canyes.
Al ser conocida por algunos del pueblo y no ser reconocida como altamente
peligrosa, deciden no violarla; le rocían con gasolina y le prenden fuego viva.
Durante unos segundos camina por el campo como una tea ardiente, poco después se tambalea y, por fin, se desploma.
23 de julio 1.936: tres
Carmelitas descalzas de San José de Guadalajara huyen del convento vestidas de
seglares. Al día siguiente son reconocidas por una mujer, que al grito de “¡son
monjas, disparad contra ellas!” son perseguidas. Dos de ellas caen rápido:
violación y ametrallamiento. Una tercera se refugia en el hotel Palace en donde
un hombre le ofrece protección y se la lleva a las afueras en donde avisa a
otro grupo de milicianos para recibir su recompensa y participar también de la
“fiesta” que en esta ocasión tiene una “excitante” novedad: mientras la violan
y la exigen que diga “viva el comunismo”.
2 de octubre 1.936: las hermanas
Vicenta y Purificación Asensio Vila, del Monasterio de la Puridad de Valencia
(60 y 44 años) y la Madre María Inmaculada Trinidad Pendi (Esclava de María, 70
años) son conducidas al término municipal de Silla (Valencia); allí son
asesinadas y, una vez muertas, violadas según constató un médico forense que
recogió los cadáveres y los fotografió cuando estaban tendidas en la carretera.
Son solo unos ejemplos. Si alguno
puede pensar que desde esta página de facebook ”lo mejor el pueblo” estamos
sucumbiendo al ajuste de cuentas o desquite, está muy equivocado.
Entre los políticos que estimo,
aprecio y voto no hay ninguno que grite “arderéis como en el 36” en pleno siglo
XXI (Rita Maestre); y ningún personaje de la cultura que tenga tal desorden en
sus conductas como la “premiada” escritora y adalid del feminismo Almudena
Grandes que al calor y al cariño del pacífico Zapatero fue capaz de ironizar y
hacer broma en una entrevista concedida a EL PAÍS el 24 de noviembre del 2.008:
“¿imaginan el gozo que sentiría
al caer la monja en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y
-¡¡mmmm!!- sudorosos?”
La información que lanza cada día
LA SEXTA ya no es ninguna sorpresa; basta con comprobar la defensa férrea que
en la actualidad se hace en esa cadena del Vicepresidente Iglesias y su actual
pareja Montero que al amparo de un curioso feminismo, el uno proclama su deseo
de azotar a señoras hasta hacerlas sangrar y la otra anda clasificando acosos
sexuales y violaciones según sea el color de la acosada y el acosador.