Y por fin ¡vacaciones!
La España de la “nueva normalidad” afronta las vacaciones más inquietantes y desasosegadas de los últimos 80 años. Los españoles se enfrentan a un periodo estival con cantidad de incógnitas que afectan al otoño que se avecina. Y sí!...: el uso del término “enfrentan” no es casual, porque aquellos meses de julio y agosto utilizados para el descanso y el ocio, se han convertido en un desafío por la problemática que supone organizarlos con la precaria economía que arrastran el 90% de los ciudadanos, el drama del paro y la inseguridad del futuro que nos espera.
Pero no todos andamos haciendo números para organizarnos de la mejor manera posible y/o cuadrar las cuentas para incluir en nuestros posibles gastos un apartado novedoso: familia y amigos a los que habrá que echar una mano.
Hay uno que, como no podía ser de otra forma, monta sus vacaciones estivales alrededor de la ostentación y el exhibicionismo; y ese “uno” no es otro que el presidente de gobierno Pedro Augustus Sánchez.
En un país que arrastra el triste record de estar situado en la última encuesta organizada por la Unión Europea como en el que los ciudadanos están más descontentos con la gestión de su gobierno frente a la crisis del coronavirus…
En un país que ha sufrido el mayor desplome económica de Europa…
En un país donde Bruselas coloca a España como el de previsión de mayor derrumbe en Europa…
En el país con más políticos de toda la Unión Europea: 400.000 cargos públicos en activo si incluimos asesores y cargos de confianza…
En un país en donde el número de políticos supone más que el número de médicos, policías y bomberos ¡¡JUNTOS!!...
En el país, España, con más rebrotes en la actualidad de la Unión Europea…
En un país donde la clase política está considerada como la más mentirosa de todos los países de Europa…
En un país…etc etc etc
En ese país, España, Pedro Augustus Sánchez, se va, primero, de vacaciones al palacio de La Mareta que es un regalo personal que el rey Hussein de Jordania hizo al Rey Juan Carlos I y que éste donó como Patrimonio Nacional; para después marchar otra temporadita al Palacio de Las Marismillas (Doñana) lugar que el sagaz y minucioso Sánchez ordenó acondicionar convenientemente. Tres semanitas de “merecido” descanso.
Y es que el aspirante a presidente de la República debe de estar agotado por la preparación y puesta en escena de la ya conocida “escena Disney” acontecida en Moncloa el día de su regreso de Bruselas en donde había sido distinguido con el dudoso galardón de “país que más ayuda económica del Europa necesita” tras la nefasta gestión de la crisis de la pandemia.
Con todo, corre un rumor bastante creíble, en el que al parecer el presidente se mostró muy enfadado al conocer la planificación que el Rey Felipe VI ha hecho de sus vacaciones en donde contempla unos exiguos tres días.
Sorprende, sin embargo, el sumiso consentimiento con que la ciudadanía da por bueno estos gestos del presidente Sánchez, que abusando de la simplicidad y candidez de los españoles se tira tres meses mintiendo sobre el número de muertos y sobre el estado de la economía.
El 9 de mayo, Pedro Augustus Sánchez, anunció en rueda de prensa con el ardor propio que le caracteriza una sentencia demoledora: “salimos más fuertes, el virus ha sido vencido”. Cualquier símil con la realidad es pura casualidad.
Pero el personaje se maneja con formas dirigidas a un público infantilizado aprueba extasiado y con admiración y hace causa común con el aplauso de sus 24 ministros.
De momento…
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