Si entra Vd en GOOGLE, en su
sección de Wikipedia, España aparece en el listado de países comunistas junto a
la República Popular China, Corea del Norte, Cuba, Laos, Unión Soviética o
Vietnam.
Alberto Carlos Garzón Espinosa es
uno de estos comunistas venidos a más en esta nuestra España de las sorpresas.
Con orgullo milita en un partido con una ideología que es causante de la muerte
de más de 100 millones de personas únicamente en el siglo XX.
Y digo “venido a más”, porque de
la mano de este pintoresco gobierno en donde tenemos como ministro de Sanidad a
un doctor en Filosofía y Letras, una ministra colocada a dedo por su pareja
Vicepresidente y/o un presidente que engañó en su obtención del doctorado,
Alberto Garzón figura como flamante ministro de consumo.
El ministro de consumo practica
con fiel transparencia el manual del perfecto comunismo:
conseguir que los pobres sean más
pobres mientras el comunista en el poder se va haciendo más rico;
hacer declaraciones oscuras sobre
los atentados terroristas caminando en esa postura ambigua del aplauso/apoyo al
pistolero;
criticar a la más mínima
oportunidad a las Fuerzas del Estado… hasta que se ven molestados por alguien,
momento en el que reclaman su rápida presencia;
nombramientos de un ingente
número de altos cargos que rodean su ministerio con unos sueldos desorbitantes
y finalmente un asentamiento de
vida distante de la realidad.
Sin embargo hay una condición que
sí les es indiscutible: una inteligencia natural puesta al servicio de sus
propios intereses que normalmente manejan a la perfección. Se podría afirmar
que “tontos no son”…excepto alguno:
Alberto Garzón se está prodigando
muy poco en ruedas de prensa. La única de la que tenemos conocimiento en estos
últimos 4 meses, la que efectuó el 1 de abril en el ministerio de consumo. En
su agenda de trabajo, al llegar al ministerio, figuraba como prioridad absoluta
disminuir lo máximo posible la existencia de locales de juego hasta prometer el
cierre del 90% de estos recintos; sobre todo en las cercanías de los colegios. Loable
iniciativa que al día desde luego no se ha cumplido.
Y encantado de conocerse,
satisfecho y estirado afirma ese 1 de abril, en plena pandemia, textualmente
que “las apuestas deportivas vinculadas a este tipo de eventos han disminuido de
manera extraordinaria”. Aclaración: en los meses de marzo y abril se
suspendieron todas las competiciones deportivas.
Cada ciudadano que se ubique
dentro de sus ideologías en lo que considere más tentador. Para mi asombro los
hay que incluso se reconocen admiradores y seguidores de comunistas. Allá cada
cual con su voto. El abanico es muy amplio: va desde la derecha firme de
Santiago Abascal (la extrema derecha está por llegar), la derecha moderada de
Pablo Casado, la izquierda moderada de Inés Arrimadas, la izquierda firme de
Pedro Augustus Sánchez y la extrema izquierda de Pablo Iglesias.
Y además tiene Vd la opción de
dar su confianza a individuos tan jocosos y disparatados como el ministro de
consumo Alberto Garzón
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