Juan Carlos I
La situación por la que está
pasando el Rey emérito Juan Carlos I está de rabiosa actualidad; porque de
rabiosa puede catalogarse la airada reacción por parte de nuestra clase
política con el consiguiente apoyo servil de cierta prensa mediática.
Y puede entenderse que el hecho
de pillar beneficios de gestiones produciendo ingresos extras de manera ilícita
produzca una reacción de rechazo a la persona que las lleva a efecto. Es más:
no solo “debe de entenderse”, es obligado indignarse como ciudadano.
Parece razonable proveer a la
persona afectada de la presunción de inocencia (la misma que la ministra de
igualdad concedió a las personas que sometieron a deplorables abusos sexuales a
menores en Palma de Mallorca). Aún así, y dando por hecho que Juan Carlos I
cometió ilegalidades, resulta escandaloso, frívolo y miserable la diferente
reacción según quién sea el causante y/o la víctima.
En esta España dormida y
anestesiada existe un tercer agente decisivo en la valoración de cualquier
hecho que afecte a las personas: EL AGITADOR.
Y nuestro país anda en manos de
agitadores profesionales que distorsionan, manipulan y mangonean hechos y
opiniones dirigiendo el veredicto donde más se ajusta a sus intereses.
Son agitadores inquietantes y
perturbadores que encuentran hospitalidad en sus votantes que lejos de pedir
aclaraciones se limitan a obedecer.
Porque solo se puede entender
como un ciudadano sumiso y obediente aquel que acepta como bueno y aplauda el
desarrollo del caso Corinna/Juan Carlos I nacido de las informaciones del
comisario Villarejo y se escandalice y de por ignominiosas las fuentes que
comunicaron que la actual Fiscal General del Estado riera y aprobara (Y NO
DENUNCIARA) la creación de una red de prostitutas con el fin de extorsionar a
empresarios y políticos incluso incorporando grabaciones que lo acreditaban: el
mismo comisario Villarejo.
Inquietante y perturbador es la
adjudicación de comisiones ilegales; pero cuanto menos debería de ser
igualmente inquietante y perturbador los 20.000 millones de euros robados a los
parados en la Junta de Andalucía con el añadido de que este último se produce
en el partido, PSOE, del inquieto y perturbado.
O los desmanes económicos
realizados por los diferentes partidos independentistas o, para no irnos tan
lejos, las inquietantes y perturbadoras declaraciones LA SEMANA PASADA del
señor Marjaliza en los juzgados de Madrid confirmando la entrega de 1.000.000
de euros al diputado Simancas… el mismo que feliz de la vida, ocupa un lugar en
el Congreso de los Diputados situado inmediatamente detrás del inquietado y
perturbado Sánchez.
Y si cara de asombro y
consternación produce el destino que, al parecer, tenía el dinero de esas
comisiones (a una señora despechada y vengativa), el mismo pasmo y pavor deben
de producir los constantes donativos en forma de mansiones, ministerios, altos
cargos y direcciones generales que tiene a bien conceder el vicepresidente a
sus buenas amigas.
Y una vez comprobada la fidelidad
y el servilismo de sus electores, Pedro/Pablo se muestran puritanos en unos
juicios y enojados en los mismos según quién, cómo y dónde. Abusan sin rubor de
sus trampas e hipocresías. Porque hay que ser muy falso e hipócrita para actuar
como el señor Pedro Sánchez que utiliza para veranear la mansión de La Maleta
en Lanzarote, que fue un regalo del rey de Jordania, Hussein, a la persona de
Juan Carlos y que éste tuvo a bien cedérsela a Patrimonio.
Y tener a unos tramposos dando
lecciones de recato, honestidad y decoro produce inquietud y perturbación. Al
menos en mi persona.
PD: el 23 de febrero del año 1981
se produjo en España un golpe de Estado. Durante 8 largas horas los tanques
pasearon por diferentes ciudades a la espera de la comparecencia del por aquel
entonces era Jefe del Estado, Juan Carlos I. Finalmente éste se presentó ante
todos los españoles dando por finalizado el golpe y devolviendo el poder al
Congreso de los Diputados. Eso también es memoria histórica.
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