Estimados Mandos de la Guardia Civil del Cuartel de
Galapagar,
Me dirijo a Vds, y al tiempo a
todos los guardias civiles a su mando, con el objeto de mostrarles mi
solidaridad ante las informaciones aparecidas en estos últimos días y por los
que, al parecer, van a dejar de efectuar su trabajo de vigilancia en el
domicilio del Vicepresidente Pablo Iglesias sito en Galapagar.
Entiendo que los ciudadanos de a
pié no tenemos la información suficiente como para valorar las circunstancias y
pormenores que han motivado este cambio; ni es la intención de este escrito ni
mi objetivo.
Conociendo al personaje,
personajes, a “proteger” es fácil suponer los motivos ensortijados y
enrevesados que habrá argumentado y los caminos enredosos que habrá utilizado.
La historia cortoplacista en la
que se mueve el Vicepresidente no tiene comparación con la Historia de la
Guardia Civil.
Mientras la historia del
protegido está repleta de hechos confusos y oscuros, la Historia de la Guardia
Civil data de 176 años abarrotada de hechos heroicos y servicios de entrega
generosa e incondicional a España.
Valga solo un ejemplo de la
dedicación disciplinada de la Guardia Civil: el operativo para la vigilancia
del chalé del asustado Pablo Iglesias consiste en la utilización de 10 coches, unos 35/40
guardias civiles, que le protegen de la “amenaza” de unas 40 personas que
diariamente se acercan a la mansión del Vice provistos de belicosas cacerolas;
y el atemorizado custodiado resulta ser la misma persona que cuando compañeros
de los guardias civiles que le custodian eran asesinados en el País Vasco se estaba
tomando unos chupitos en las Herriko Tabernas con los etarras.
Hay historias con minúscula e
Historias con mayúscula.
He tenido a bien visionar muchas
grabaciones realizadas por los “manifestantes/paseantes” que a diario aparecían
en las redes sociales; y todas tienen algo en común: un trato educado y
exquisito por parte de los Guardias Civiles hacia las personas que allí se
concentraban.
¡Mi más sincera enhorabuena! si
algunos crean su historia entre escándalos y tumultos, siempre habrá Guardias
Civiles escribiendo su Historia, repleta de hazañas y de misiones heroicas.
Algo tórrido está ocurriendo en
la mente delirante del Vicepresidente Iglesias cuando necesita tal despliegue de
Guardias Civiles para darse un baño en la piscina. Algo temerá.
Pero la pareja conocida ya como
“los marqueses de Galapagar” no deben preocuparse en exceso: cuando
efectivamente empiecen a aparecer por las cercanías de su mansión algunos
indignados que le votaron y la sra. Ministra azarada se desgañite con un “jo
tía, cari,…que vienen los del 15M”, allí
habrá un Guardia Civil para echarles una mano.
Mientras el vicepresidente y sra.
es…historia; el Instituto Armado de la Guardia Civil es HISTORIA.
Nota enviada al Ministerio del
Interior para hacer llegar al Puesto de la Guardia Civil de Galapagar
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