Las sorpresas que este gobierno
PSOE/UP nos depara a diario no dan tregua. Las mentiras son alarmantemente
reiteradas, las chapucerías se amontonan y los fraudes y delitos
institucionalizados se almacenan.
De la mano de Pedro Augustus
Sánchez y su claque (según la RAE claque es el número de individuos pagados
para aplaudir en los espectáculos) se van produciendo acontecimientos que en un
principio abochornaron por disparatados, pasaron a ser demenciales bordeando lo
depravado para terminar siendo claramente delictivos.
Pensábamos que el gobierno, con
minúsculas, había actuado con un descaro Monumental, con mayúsculas.
Considerábamos que su desvergüenza e institucionalización de las ilegalidades,
protagonismo de escándalos de enchufismo, líos de faldas, ocultación de
fallecidos y todo tipo de tropelías era muy complicado pudiera evolucionar a
más.
Pues colosal error el nuestro. En
la Comunidad de Madrid estamos siendo protagonistas de unos hechos de una
enorme gravedad.
Son los siguientes:
El 10 de mayo, domingo, y en la
reunión telemática celebrada con todos los Presidentes Autónomos, la Presidenta
de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hace una crítica muy dura a Pedro
Augustus sobre el funcionamiento y criterios de la desescalada que el gobierno
está planteando. El presidente del gobierno, y tras un taimado silencio, suelta
una de sus regias contestaciones: “el siguiente”.
El 11 de mayo, lunes, el Gobierno
de la Comunidad de Madrid solicita al gobierno central, el paso de la fase 0 a
la fase 1. La demanda realizada por la Presidenta de la Comunidad de Madrid es
rechazada por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el surfero Fernando
Simón, que alegan que el COMITÉ DE EXPERTOS que asesora al ministerio de
Sanidad desaconseja ese paso. Isabel Díaz Ayuso solicita entonces los nombres
de las personas que pertenecen a ese comité y las razones que exponen para
denegar ese paso a fase 1. Illa y el mediático surfero niegan dar esa
información para “protegerles del foco informativo”.
La Presidenta
reúne de manera urgente al Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid y
plantea una denuncia ante el Tribunal Supremo solicitando se conozcan esos
nombres y, sobre todo, los motivos que esgrimen estos “expertos” cuya decisión
ocasiona un perjuicio inmenso en la economía de la Comunidad de Madrid. El
Gobierno de la Comunidad de Madrid considera que varias Comunidades españolas
han recibido la aprobación para pasar a fase 1 estando en condiciones bastante
peores que Madrid y, textualmente “considera arbitrarias e improvisadas y que
responden más a criterios políticos que técnicos”.
En plena rueda de prensa de
Isabel Díaz Ayuso, la Comunidad de Madrid recibe un documento del ministerio de
Sanidad, que, con firma electrónica, argumenta los motivos de la negativa a
pasar a fase 1.
Y es entonces cuando la factoría de
la Moncloa comienza una persecución a la Presidenta. Para manejarse en ese
terreno de la injuria y el ataque personal, Pedro Augustus tiene a su
vicepresidente Iglesias auténtico experto en estas lides. El hecho de que la
atacada sea mujer le produce especial satisfacción al feminista “marxista
perverso convertido en psicópata con especial interés en azotar a mujeres hasta
hacerlas sangrar” (palabras textuales de Pablo Iglesias) y comienza a agitar las
redes sociales que, organizadas y acomodados en el “birras y porros”, se
prestan sumisos y disciplinados a lanzar todo tipo de ataques contra Isabel
Díaz Ayuso. Incluso Pablo Iglesias se atreve a afirmar en el Congreso frases
como “la gente está escandalizada con la Presidenta de la Comunidad de Madrid y
puede tener consecuencias penales, la gente no va a perdonarla e incluso es
posible que comiencen los escraches contra ella”.
Durante los 15 siguientes días
“aparecen” casualmente más de 100 querellas contra Isabel Díaz Ayuso. Un
poquito de LA SEXTA y otro poquito de TVE y ya está el cocktail servido.
Pedro Augustus también se mueve
y, por fin, sale de La Moncloa. Si algún iluso piensa que, ante los 1.000
muertos que se producen en España a diario, va a visitar algún hospital o
residencia de ancianos es que no conoce al personaje; se dirige a la sede del
PSOE en Ferraz en donde están citadas 4 personas. Uno de ellos es Angel
Gabilondo, portavoz del PSOE en la Comunidad de Madrid que recibe una bronca
importante por su debilidad en los ataques a Isabel Díaz Ayuso. Otro de los
presentes es uno de esos “fenómenos” que tiene Pedro Augustus en la recámara
para estos trabajitos: Jose Cepeda, nombrado recientemente senador regional es
designado a dedo por Sánchez para “asesorar” en adelante al blando Gabilondo; y
es que el tal Cepeda presenta en el trato con las mujeres un aval “prestigioso”:
está investigado por un delito de espionaje y acoso a la persona de su ex
compañera sentimental Noelia Martínez. De momento está demostrado que el nuevo
asesor de Gabilondo le regaló a su ex un teléfono móvil al que colocó un
troyano para poder espiarla. Uno más del gobierno feminista…
Pero Isabel Díaz Ayuso no es de
las que se deja amedrantar. No retira su denuncia ante el Supremo e insiste en
que se investigue judicialmente las razones que tenían los expertos y la
identidad de los mismos.
Ayer, 29 de julio, y ante las
posibles averiguaciones que tenga a bien mover la Justicia y, sobre todo,
temiendo las posibles citaciones que el Tribunal Supremo pueda solicitar, el
ministerio de Sanidad ADMITE QUE EL COMITÉ DE EXPERTOS NUNCA EXISTIÓ Y QUE LAS
DECISIONES QUE SE TOMABAN PARA PASAR DE UNA FASE A OTRA ERAN POLÍTICAS.
En cualquier país de Europa,
¡¡perdón: del mundo!!, estos hechos serían no ya motivo de dimisión, sino de
investigación penal. Ayer nos dormimos con el reconocimiento de más de 20.000
muertos y hoy nos despertamos con el descubrimiento de que un comité de
expertos inexistente puesto a disposición de Pedro Augustus Sánchez para
manejar a su antojo y capricho las “relaciones” en forma de favores, pagos y/o
castigos con las distintas Comunidades Autónomas de España.
El ególatra y narcisista Sánchez
no disimula su felicidad en una vivencia paralela.
Los enormes retos relacionados
con la situación económica, recuperación de prestigio en Europa,
enfrentamientos entre diferentes Comunidades Autónomas, separatismo y, en
general, deterioro desmedido de las instituciones, son un tema menor comparado
con lo que supone tener un gobierno tan peligroso como este.
PD: PELIGROSO en este caso,
también va con mayúsculas.
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