sábado, 11 de julio de 2020

el agujero negro de Pedro Sánchez



La candidatura de Nadia Calviño a la presidencia del Eurogrupo se vio truncada por el candidato irlandés Donohoo.

El encargado de defender, promocionar y gestionar a nuestra candidata era nuestro presidente de Gobierno, Pedro Sánchez. Y éste, instalado en los cielos e incapaz de volver al planeta tierra, actuó desde su ya consabida prepotencia y orgullo para convertir la ayuda a  nuestra candidata en dificultades que resultaron determinantes.
Pero Pedro Sánchez es capaz de cosas como…
El día anterior a la votación concede una entrevista en el diario italiano Corriere della Sera en donde afirma que jamás pensaba ni piensa pactar con la derecha en España. Y esto lo dice para “ayudar” a Nadia Calviño a acceder a un puesto de máxima responsabilidad en Europa, en donde precisamente se premia la capacidad de pactar.

Desde el Gobierno de España se propugna la candidatura de Nadia Calviño resaltando su condición de mujer, argumento tan manido en España pero trasnochado en Europa.
Pedro Sánchez anuncia con toda la pomposidad que le caracteriza que los votos que van a llevar a Nadia Calviño a la presidencia del Eurogrupo “están atados” colocándose una vez más por encima del bien y del mal. Total: 10 a 9 pierde la votación la española. Y ahora la maquinaria mediática intentando convencernos de que a él le han engañado cuando de todos es sabido, tanto en España como en Europa, que Pedro Sánchez es un embustero irrefutable.

Permanecer mudo y taciturno ante las agresiones continuas de la que son objeto los asistentes a los mítines de partidos como PP y VOX en el País Vasco y Galicia es algo que se conoce y sorprende en Europa; y sé lo que digo.
Y finalmente el hecho de manejarse como un tramposo por España, presumiendo de su capacidad de colocar a sus íntimos amigos en puestos de relevancia, admitiendo los continuos errores en las conductas de su Vicepresidente Pablo Iglesias, enorgulleciéndose de su control de la fiscalía, su gobierno de coalición con algo tan retrogrado como el comunismo, ayudan muy poco.
Pero la soberbia de Pedro Sánchez es tan arrogante que incluso es posible que llegue a pensar que en Europa no le conocen y que ignoran sus tintes dictatoriales.

Pretender que España acceda a la dirección de la comisión económica Europea cuando lleva un año mandando cuentas a la Unión Europea falseadas y adulteradas, es despreciar el sentido común.

De la mano de la desbocada soberbia de Pedro Sánchez España, y con Nadia Calviño a la cabeza, nos encaminamos a la vivencia desconocida de los agujeros negros.   

           

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