Fin de semana crucial en
Bruselas. Reuniones con la participación de todos los mandatarios europeos para
la negociación del pacto de reconstrucción de la U.E., nombre demasiado pomposo
para titular lo que en realidad es una negociación para ayudar a España e
Italia a salir de la brutal crisis económica que se avecina tras el covid19.
El baño de verdad al que se está
viendo sometido estos días el divo Pedro Sánchez produce indiferencia en la
mayor parte de la ciudadanía. Ese
desinterés no tendría mayor importancia si no se tratara de un asunto mayor que
atañe a la totalidad de los españoles. Y es que Pedro Sánchez arranca esta
negociación con la hazaña de ser el responsable de haber asentado en nuestro
país un enfrentamiento tal, que gran parte de los ciudadanos desean que la
negociación en Europa salga mal para los intereses de España con tal de ver al
confrontador Sánchez en un apuro. La crisis que se avecina es de tal magnitud
que produce un profundo pesar la discordia implantada entre las personas anteponiendo
el deseo de la desgracia de algunos por delante del bien general. La crisis va
a afectar a individuos que van desde integrantes de la derecha de VOX a
partidarios de la extrema izquierda radical de Unidas Podemos. Pero se comienza
con desprecios a la bandera, se continúa mirando para otro lado con las
constantes agresiones en mítines preelectorales y/o pactando con
pseudoterroristas y se termina con un odio permanente entre unos y otros.
Por Bruselas, por lo tanto, anda
un Sánchez circunspecto dejando a un lado sus proclamas de “salimos más
fuertes” tan aplaudidas y aclamadas por sus medios afines en España para dar
entrada a los gestos graves de los mandatarios europeos.
Valga un ejemplo: la ayuda a
España e Italia va a suponer que por ejemplo, un niño nacido en julio de 2020
en Holanda estará pagando impuestos en su país ¡¡hasta julio del 2050!!.
La negociación con nuestro Pedro
Sánchez la lidera Mark Rutte, primer Ministro holandés que, suponemos, se le
pondrán los pelos tan cuidadosamente peinados como escarpias cuando divise en
lontananza la llegada del “mentiroso” español.
Pavor, cuando no indignación y
enfado, produce examinar a ambos personajes.
Holanda mantiene un Gabinete de
12 Ministros con sus correspondientes 12 Secretarías Generales. España: 22
Ministerios e…imposible desentrañar el número de Secretarías, Sub secretarías
de Estado (el trabajo de investigación por google me acerca a los 100).
Mark Rutte vive en La Haya con su
madre. En la crisis del covid 19, el primer ministro tomó la decisión de
ingresar a su madre en una residencia de mayores donde cohabitó con otras
personas mayores. El Sr. Rutte la visitaba habitualmente todos los sábados…
hasta el día en que murió, 13 de mayo, en donde el Primer Ministro cumplió
todas las restricciones marcadas por Sanidad para con cualquier ciudadano holandés.
Sobre el status del que ha disfrutado durante su enfermedad la madre de Pedro
Sánchez hay multitud de rumores; dos hechos son realidades demostrables: está
felizmente recuperada y no estuvo en ninguna residencia de personas mayores.
Los casos de corrupción en
Holanda son contados y muy localizados. El último que se recuerda es el
protagonizado por el ministro de exteriores Halbe Zijlstra, al cual se le
descubrió que en febrero del 2018 mintió al afirmar haber tenido una
conversación en el año 2006 con Vlademir Putin. Dimitió a las 24 horas.
Cualquier comparación a este respecto con el Gobierno presidido por Pedro
Sánchez produce sonrojo. Él mismo, el Sr. Sánchez, se encargó de dejar muy
claro en sede parlamentaria, una semana después de formar Gobierno, y ante la
afirmación del líder de CS, Albert Rivera, de su engaño en la obtención de su
tesis doctoral del tipo de persona y Gobierno que se avecinaba: “te vas a
enterar” fue su respuesta.
Mark Rutte marcha a diario al
trabajo en bicicleta, se detiene a veces en alguna frutería para comprar algo y
conversa con los presentes durante un rato. Es habitual verle pasear por la
ciudad y sus intervenciones en las diferentes televisiones holandesas están muy
espaciadas.
Como nuestro Pedro Sánchez.
Y lo más llamativo es que la
conducta de MARK RUTTE no es lo extraño. Lo anormal es la actitud de nuestro
Pedro Sánchez, instalado en un mundo de soberbia, irrealidad y mentira que
provoca bochorno en Europa.
En Europa se vive con honda
preocupación la “necesidad” del Primer Ministro español que viene reclamando
dinero a raudales para saciar los caprichos del Vicepresidente para con sus parejas de hecho (y deshecho), satisfacer
a sus socios separatistas financiándoles los abogados y mansiones en el
extranjero, llenar el depósito del Falcon del Presidente para desplazarse a
conciertos y/o financiar las precipitadas, imprudentes y disparatadas
decisiones que toma el “mentiroso” español.
Y no son ironías. Al personaje
que negocia por y para España se le percibe como una persona mal preparada,
mentirosa y embaucador, capaz incluso de falsear a sus muertos españoles.
A la vuelta de las negociaciones
la factoría Iván Redondo y sus tentáculos, a saber la Sexta, TVE, la Ser etc
etc, comenzarán a extender la idea de un grandioso Sánchez que ha sido capaz de
convencer a los mandatarios europeos de lo “maravilloso” que es regalarle a
España cientos de miles de millones de euros. Y habrá quién se lo crea.
Pero la realidad es que en Europa
se estila más la bicicleta que el parque móvil de nuestro Sánchez repleto de
coches blindados, la ejemplaridad que la fanfarronería y el gestor que el
tramposo.
Por España algunos ilusos se
creen que los mandatarios europeos van a condenar a un ciudadano de su país a
pagar impuestos durante 30 años para confiarlo en la gestión de un personaje
como Pedro Sánchez que lidera al país más pobre de Europa montado en un Falcon
mientras los donantes van en bicicleta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario