sábado, 18 de julio de 2020

Ni solas ni borrachas


El 16 de julio es la Festividad de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de la Armada y protectora y guardiana de las gentes de la mar.

Hace ya algunos años tuve la inmensa fortuna de vivir algunos años en Ferrol (Galicia) y conocer de manera personal y profunda a la buena gente de Marina. Y así, entre aquellas familias de bien, participé de algunos 16 de julio acercándome a la bellísima ría de Ferrol para vivir la solemnidad serena, austera y admirable con que la “gente de la mar” celebraba su Festividad del Carmen. Era el día del encadenamiento, de la alianza entre los “lobos de mar” atados a un trabajo que les obligaba, y obliga, a salir de madrugada para faenar en la mar, y los marinos de la Armada Española, Marina mercante, pescadores y Marina deportiva. Emocionaba el sentimiento y la pasión puestos por toda le gente de la mar en el día de la Virgen del Carmen.

Han pasado desde entonces muchos años. La España de la concordia y el abrazo ha dado paso a la España del frentismo y el hostigamiento. Cualquier cuestión se reinterpreta, se cuestiona y pocas son las personas que consiguen evadirse de esa siembra de iniquidad que busca enfrentar a unos con otros, a unas frente a otras.

Entre tanta “novedad” aparece el movimiento feminista reivindicando, con absoluta justicia, derechos e igualdades laborales y sociales para las mujeres. Algunos políticos, ávidos de torcer y retorcer la realidad, se han encargado de aplicar la estrategia de ese feminismo objetivo y necesario para llevarlo al terreno del encono y el odio de la mano del pomposamente denominado “feminismo radical”. Y tal es la siembra confusa y crispada de ese extremismo espoleado por los políticos provocadores profesionales que ya es habitual ver en manifestaciones a favor de las mujeres… a mujeres agrediendo a otras mujeres; o ya está consabido y se da por asimilado que en la memoria histórica implantada entre nuestros jóvenes se omiten las 6.832 víctimas religiosas asesinadas en nuestra Guerra Civil entre las que se contabilizan 283 monjas. Muchas de las cuales fueron torturadas y violadas antes de ser ametralladas. Mujeres también.

Los muchos años que separan mi vida actual de aquel Ferrol de los años 80 no son óbice para mantener cercano a mi alma y a la de mi familia el encadenamiento y la alianza que inspiraba a aquella gente la celebración de la Festividad del Carmen. Dos de nuestras hijas, alguna de ella que marchó de Ferrol con 7 años, celebraron sus bodas con la compañía de un coro que interpretó LA SALVE MARINERA, el canto a la Virgen del Carmen en una decisión tan sorprendente e inaudita como maravillosa; porque sorprendente resulta la fijeza con la que caló en una niña de 7 años el canto de aquella gente de Marina.    

Ayer, día del Carmen, llegó a mi móvil un envío en forma de video de una muy buena amiga de Ferrol.

Hoy traigo aquí esta grabación desde el convencimiento de que toda siembra de odio y enemistad mediática imbuida por estos políticos tan aciagos siempre tiene la respuesta serena e íntima que está fuera del alcance del público y que forman la intimidad de la VERDAD.

La misma VERDAD incomprensible y enigmática que protege a tantas y tantas mujeres: a todas las mujeres; incluso a aquellas que persuadidas de un desorden social tan maligno, en alguna ocasión, “vuelven a casa solas y borrachas”.   




la secuencia completa en vídeo la pueden encontrar en la página de facebook 
"Lo mejor el pueblo" 





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