hay que normalizar el insulto

“hay que normalizar el insulto"

Este fue el anuncio que, solemne y majestuoso, hizo el Vicepresidente de Gobierno Pablo Iglesias el 7 de julio en rueda de prensa celebrada en Moncloa acompañado de tres ministros y después del Consejo de Ministros.

Barrio: Montecarmelo en Madrid, 8 de julio. Un grupo de tres niños y dos niñas de entre 6 y 8 años juegan en un parque de la zona. De repente comienza una discusión entre ellos. Las familias siguen a una prudente distancia el altercado que como suele ser habitual entre niños va subiendo de tono.

A los “idiota, imbécil” se suma un “gili….” que provoca la rápida intervención de padres y madres de los litigantes que imponen paz y sosiego. Pero de sopetón uno de los niños vuelve a la carga y arremete de nuevo contra otro crío con un “Pablo Iglesias! eres un Pablo Iglesias!” con este improperio se supera en el grupo de padres e hijos los límites de lo permisible y provoca la decisión unánime de todos de abandonar el parque y marchar cada uno para su casa.

“hay que normalizar el insulto”

Señor Pablo Iglesias, es mi deseo transmitirle una humilde aclaración ante su ceremonioso anuncio del día 7 de julio: el insulto, que hoy por hoy, figura como más normalizado en parques, oficinas, calles y poblaciones de España es el de “Pablo Iglesias”. En dos breves palabras se engloba una cantidad ingente de ofensa y menoscabo que se hace difícil encontrar insulto más completo en el diccionario de la RAE. Señor Iglesias: el insulto es Usted