Nadie duda que España está inmersa en una infinidad de contrariedades; los unos casuales como la pandemia que asola al mundo y a España muy en particular y segundos provocados por el pensamiento y la acción humana. Del primero solo resta esperar una “casualidad” en modo de aparición de la vacuna salvadora; y en esa tensa espera, la ciudadanía solo tiene el arma de saberse organizar como sociedad y esperar la llegada de la rescatadora inyección.
Del segundo, las calamidades provocadas e instigadas por las personas, no cabe una posición de paciente espera.
Es momento de apuntalar nuestras ideas y convicciones allá donde llegue nuestra influencia. Es época de definir el tipo de sociedad que queremos.
La inercia que lleva a la inactividad en las formas confiando en la buena gestión, integridad y honradez de los que gobiernan es un error en los tiempos que corren.
La coyuntura dice que hay que significarse hoy para no lamentar mañana.
Por estas cosas en las que creemos, asuntos que atañen a nuestras familias, al estilo de vida en donde se defienda la libertad, la igualdad entre personas y la independencia de nuestros poderes, hoy tenemos una convocatoria a las 20,00 horas.
Va más allá de la conformidad con la Monarquía, más allá de las ideologías de las personas.
Hoy va de ir eligiendo con actos libres nuestro modelo de vida.
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