lunes, 28 de septiembre de 2020

un cubo de agua fría

 

Pedro Sánchez, recién aterrizado en La Moncloa, se descolgó con unas primeras declaraciones que sonaron a broma y casi a burla: “lo primero que voy a hacer en La Moncloa es cambiar el colchón donde dormía Rajoy”. Pasado un tiempo, aquellas primeras palabras pronunciadas por Pedro Augustus Sánchez, manifestaron la buena concomitancia que el personaje tiene con todo lo que va ligado a los sueños.

Ya dio testimonio de su afición a andarse con jugueteos con los sueños cuando se tiró toda la campaña electoral afirmando que nunca pactaría con Unidas Podemos porque la inmensa mayoría de los españoles, y él mismo, no podría dormir tranquilos. 10 minutos, ¡¡sí: 10 minutos!! después del escrutinio pactó con Pablo Iglesias.

Y ciertamente en un 50% acertó; la inmensa mayoría de los españoles tiene serios problemas para dormir. El otro 50% de su afirmación ya es conocida: el señor Pedro Sánchez duerme a pierna suelta. Eso sí: en un colchón diferente al que usó Rajoy.

En esa buena sintonía que tiene el presidente con todo lo que sea dormir, ha conseguido un record difícil de equiparar con nada ni nadie: ha dormido a un país entero, incluido en ese amplio paquete personas que en principio parecían difícil de adormilarlos: Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Javier Lambán y Nadia Calviño entre otros.

Y es que viendo lo que acontece en esta España, la única explicación comprensible es que la población anda en ese estado de ensoñación, mitad alucinación mitad delirio, previo al despertar.

Si no deducimos que andamos dormidos ¿qué explicación se puede dar a la paciente convivencia de un país entero con los dos personajes responsables de la dirección de la pandemia en España, ambos protagonistas de los dos hechos que les paso a relatar?

Pedro Sánchez, afirma eufórico el 10 de junio:”hemos vencido al virus. La pandemia está vencida y el virus controlado. No nos dejemos atenazar por el miedo; hay que salir a la calle a disfrutar de la nueva normalidad recuperada”. Dos días antes, la señora Merkel daba una rueda de prensa en Alemania afirmando que “ahora que el virus está aparcado, es el momento de ser especialmente cauto y precavido con el tipo de vida que tenemos que hacer: distancia social y prepararnos para un lento proceso de aprendizaje a convivir con esta enfermedad al menos durante un año”.

El segundo hecho definitorio del estado de embobamiento en el que andamos, lo protagonizó Fernando Simón, número uno en la gestión del covid19 y “experto” seleccionado por el gobierno, que el 10 de junio en una rueda de prensa de suma importancia en la que se dio  conocimiento de las primeras advertencias y medidas ante los rebrotes, el iluminado personaje soltó esta perla entre sus propias sonrisas:” atentos…, voy a meterme el dedo en la nariz”

El simple hecho de que ambos no estén a buen recaudo, en manos de profesionales EXPERTOS de verdad, con el objetivo sano y recomendable de recuperarles para la vida normal, ya es significativo del grado de descontrol en el que vivimos.

Pero lo que realmente llama la atención y solo se explica porque el país, en su totalidad, anda dormido, es que estos dos individuos DIRIGEN LA ESTRATEGIA DE LA PANDEMIA EN ESPAÑA que de momento anda ya por 54.000 muertos.

¡¡por favor: unos buenos cubos de agua fría para despertar a la población y un buen comité de expertos psiquiatras para ponerlos a trabajar en la rápida recuperación de los señores Sánchez y Simón!!



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