lunes, 21 de septiembre de 2020

la conciencia es algo amoldable

 

Munich, 1.931. A pocos días de las elecciones que otorgaron el poder a los nazis, aparece muerta en un apartamento del centro de Munich una chica de 20 años. Todo apunta a un suicidio, pero el comisario encargado de la investigación no está del todo convencido. Algunas contradicciones y la jubilación anticipada en unas muy ventajosas condiciones económicas del forense encargado de elaborar el informe del cadáver, mueven al policía, de nombre Sigfried Sauer, a seguir con sus pesquisas. 24 horas después de comunicar a sus superiores y al juez sus dudas, el agente recibe una notificación citándole en el “jardín inglés”, enorme parque de Munich. Allí se entrevistó con Heinrich Himmler, brazo derecho de Adolf Hitler, que le aconsejó “tomarse de manera relajada la investigación”.

El comisario estuvo 48 horas dudando qué actitud tomar. Sus superiores, el juez encargado y el propio Himmler le sugirieron cerrar el caso. Aun así, aquel hombre continuó con sus averiguaciones de un asesinato que pudo cambiar la historia de Europa.

Esas decisiones tienen un móvil que viene de la mano de la conciencia.

Madrid, 19 y 20 de septiembre 2.020. En vísperas de la reunión del lunes 21 entre Isabel Díaz-Ayuso (Presidenta de la Comunidad de Madrid) y Pedro Sánchez (presidente de lo que queda de España), la izquierda mediática y política prepara la importante conversación entre los mandatarios… a su manera: convocando distintas concentraciones contra la Presidenta a la que acuden unas 150 personas (poca gente parece cuando Unidas Podemos tiene a 8.000 personas a sueldo en la Comunidad de Madrid). La condenada a 17 meses de prisión Isa Serra y el propio Juan Carlos Monedero, alto cargo de Unidas Podemos,  se colocan al frente de los manifestantes. La consigna es “no confinar a los barrios pobres”. Al término de la convocatoria, Juan Carlos Monedero, acude a uno de los restaurantes más caros de Madrid, Numa Pompilio, en pleno barrio de Salamanca; para recuperar fuerzas…entiendo.

En la misma manifestación acuden dos amigas. Fieles y dispuestas a personarse a cualquier convocatoria que venga de Unidas Podemos, son las más activas y voceras entre los presentes. Terminada la reivindicación, ambas acuden al domicilio de una de ellas situada en el barrio de Fuencarral: se trata de un chalet de tres plantas. 

La pareja inspiradora e impulsora de las revueltas, Pablo Iglesias e Irene Montero, controlan desde su mansión de Galapagar el desarrollo de los acontecimientos que se producen en Vallecas, barrio al que ellos llamaban “entrañablemente” Vallekas. Más de 25 policías les protegen en la actualidad.

La conciencia es algo amoldable, manejable e interesada. Ni las épocas ni los lugares alteran las maneras de encarar la propia existencia. De manera libre puedes situarse donde “estés más a gusto”.

Bilbao, 20 de septiembre 2.020. En un acto del PSE-EE interviene Idoia Mendía. Agradece a las fuerzas vascas, entre las que se encuentra HB, el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Al finalizar el público irrumpe en una sonora ovación. Acto seguido toma la palabra Víctor Tremiño, joven que acaba de salir elegido nuevo secretario general de las juventudes socialista de Euskadi. En su corta intervención expone su negativa a blanquear al grupo HB que se niega sistemáticamente a declarar su arrepentimiento por los 850 muertos de la banda terrorista ETA. Al finalizar: silencio. Silencio que es mitad miedo, mitad cobardía; o la suma de las dos razones que viene a ser lo mismo.

No le auguro mucho futuro a este tal Tremiño que democráticamente ha accedido a su cargo. Irá descubriendo que ser Sigfried Sauer tiene un coste muy alto. A la actual nueva alta política se llega con pancartas reivindicando a los pobres desde los chalets de Fuencarral o los buenos vinos de Numa Pompilio.  



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