domingo, 13 de septiembre de 2020

diferente atención mediática

 

Termina la semana y con los habituales sobresaltos haciéndonos inquietante compañía.

Uno de los temas que más ha dado la vuelta por las redes sociales, radios y televisiones del país, ha sido el protagonizado por tres menores en el metro de Madrid. Entre parada y parada dedicaron insultos, burlas y humillaciones a una pareja de adultos sudamericanos.

La condena ha sido unánime. Y desde este blog/página de facebook lomejoreselpueblo solo podemos sumarnos al rechazo general.

Produce preocupación comprobar la actitud de estas niñas (dos de 15 y una de 16 años de edad), probatoria de que existe una inquina racista latente al cual se añade una dosis muy elevada de mala educación. Y ese desasosiego traslada a nuestros políticos un formidable reto: el desafío que tienen de ser capaces de poner los medios suficientes para modificar las conductas de estas niñas. Tener 15 años no es disculpa para justificar estos hechos; pero sí estas crías, cuando dejen de serlo… en unos pocos años, repitieran hechos parecidos, NUESTROS POLÍTICOS SERÍAN LOS ÚNICOS RESPONSABLES. Tomemos estos lamentables hechos como una oportunidad de educar y cambiar las conductas de sus protagonistas en la convicción de que son niñas, muy niñas. Con el mismo primordial interés que los políticos se han lanzado a condenar los hechos (ministros, alcaldes, etc etc) es de esperar nos convoquen para avisarnos que estas tres niñas se han integrado en la sociedad de manera correcta y cabal. Denunciar los hechos entra dentro del aparato de comunicación exterior de los “buenos” políticos. Poner los medios y hacer un seguimiento es labor, no solo de un BUEN político, sino de gente de bien.  

Y esa preocupación se transforma en indignación por la relevancia mediática que ha tenido el video. En todas las cadenas de televisión, noticias del mediodía y noche, se ha proyectado el video de las niñas insultando y escupiendo a los agredidos. En mi humilde opinión en exceso. ¡Son menores!; y como tales merecen sanción y sobre todo CORRECCIÓN.

No resulta razonable un despliegue mediático tan colosal; sobre todo si se compara con la atención periodística de casos mucho más graves y cuyos protagonistas son personas adultas que además se dicen llamar ministras.

Me mantengo a la espera de información tan detallada y completa sobre la actuación de Irene Montero (ministra de Igualdad) en las constantes agresiones, persecuciones e insultos que 16 chicas de 17 y 18 años infringieron durante un mes a una niña de 13 años, hija de un Guardia Civil, en Palma de Mallorca. Dicho inconcebible acoso terminó con la niña acorralada en un portal en donde se le propinó una paliza que la llevó al hospital.

Carezco de mala intención, y mucho más si se trata de menores, como para considerar agravante o crear polémica al decir que las 16 chicas eran, y son, africanas. Sería demagógico y poco cívico. Esas chicas, las agresoras, son adolescentes merecedoras de la misma atención por parte de esta sociedad, que se dice virtuosa, que las tres chicas del metro.

Pero respecto a la atención mediática, la diferente vara de medir causa indignación. No me consolaría para nada que se sacara durante una semana entera los videos, ¡¡que existen!! de las agresoras de Palma de Mallorca.

Ni unas ni otras. A la prensa rogarle que se hace indispensable preguntar una y mil veces qué ha pasado con las 16 agresoras y la agredida de Palma de Mallorca.

Y con respecto a nuestros políticos, ruego más vergüenza y menos postureo.

El objetivo es, desde la discreción y la prudencia que exige el tratamiento con menores,  proteger a la niña de Palma de Mallorca y educar a las agresoras del metro en Madrid y las 16 adolescentes de las islas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario