viernes, 16 de octubre de 2020

el espabilado

 

Que Gabriel Rufián es bastante espabilado nadie lo duda.

Respalda mi opinión dos ejemplos: el primero cuando, en la intervención que protagonizó en la moción de censura que el Caudillo Pedro Augustus Sánchez planteó contra Mariano Rajoy, se descolgó con estas palabras: “no nos gusta nada Pedro Sánchez por haber demostrado con sospechosa frecuencia ser una persona mentirosa y nada de fiar, pero aún así, le preferimos a la ultraderecha de Mariano Rajoy”. Y tan feliz, el diputado Rufián recibió el aplauso unánime de toda la bancada socialista/comunista, evidentemente más pendiente de el “sí” a la moción de censura que a la definición oficial y oficiosa que el adornado representante de ERC hacía del candidato a presidente de gobierno.

El segundo, y quizá más admirable, es la alta capacidad de asimilación de la “nueva política” por parte del Sr. Rufián que saltó de ser “activista político”, con las consabidas promesas de cobrar un sueldo no más allá de los 2.500 €, a pasar por taquilla todos los meses a recoger su sobrecito de 8.000 €… gracias a los votos de todos aquellos que al día de hoy dudo tengan ni siquiera trabajo.

Con todo, el ilusionista Rufián se superó esta semana con estas afirmaciones relacionadas con la reforma que el P.S.O.E. y U.P. quieren hacer del Consejo General del Poder Judicial: “tengo ciertas dudas de que esta medida sea la acertada, puesto que si alguna vez la ultraderecha vuelve al poder, ellos podrían hacer lo que les diera la gana”.

A buen entendedor pocas palabras bastan; simplificado: se trata un reconocimiento explícito de que P.S.O.E. y U.P. van a hacer lo que les venga en gana con los jueces.

Que siga la fiesta…   



No hay comentarios:

Publicar un comentario