No hay polémica esta vez en Europa.
Nos referimos al iva que se aplica al precio de las mascarillas que, convertido en un artículo de primera necesidad, no ha supuesto ninguna discusión en ningún país de nuestro entorno.
A la orden de la obligatoriedad dictada en Europa, todos los gobiernos, de cualquier signo y/o condición, bajaron los precios y suprimieron de manera considerable el iva.
Y España, como no podía ser de otra forma bajo el gobierno social comunista que tenemos y cuyo único fin es obtener dinero allá donde se pueda, llegó también a una rápida resolución: no solo no bajar el precio, sino incrementarle el iva más alto posible: el 21%.
Ante las preguntas sobre esta circunstancias de los periodistas a la ministra Montero, la mujer afirma con la seguridad aplastante de la que hacen gala los viciosos de la mentira que “el precio depende de Europa”.
Con la mirada fija en los reporteros reafirma la inalterable certeza que debemos de asimilar los españoles: estos gobernantes actuales jamás dejarán de cambiar; mienten y mentirán siempre. La única variación es que la práctica y el aprendizaje les está haciendo mentir mejor.
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