martes, 13 de octubre de 2020

triple fallado

 

El movimiento “Libres e Iguales” nació en 2.014 como una plataforma cívica en defensa de la Constitución de1.978.

A lo largo de estos últimos años, este grupo de personajes de la política, cultura, empresa y/o deporte se ha ido sumando a las distintas iniciativas siempre enfocadas a la defensa de la Carta Magna que fue la base de posiblemente la época más progreso de España, la que ocupa nuestros recientes últimos 80 años.

Con motivo de la Fiesta de la Hispanidad, este movimiento ha lanzado una iniciativa en defensa de la Corona a la que se han unido 183 personalidades de distintos ámbitos. Los participantes han grabado un escueto “viva el Rey” adjuntando varios de ellos alguna frase de apoyo a la Corona.

A este acto público de apoyo fueron invitados todos los grupos políticos (excepto EH Bildu) y multitud de personajes relevantes de la sociedad española.

No sorprende que el gobierno en pleno no se sumara a esta iniciativa. En esa deriva de incoherencia, la totalidad de los ministros y ministras, los mismos que para acceder a su cargo prometieron lealtad al Rey, no se unieron a este proyecto. Todos y todas fueron invitados y hasta la mismísima Margarita Robles, cada vez más escurridiza en la defensa de todo lo que huela a Constitución y más  centrada en la protección de su cargo, se escabulleron.

Del material incorporado al gobierno proveniente de Unidas Podemos poco se podía esperar. Recibir una sugerencia de personas que hablan en nombre de algo tan estridente para ellos como “Libres e iguales”, imagino producirá un rechazo grande entre ese pelotón.

La disculpa preferida de los “no firmantes” ha sido el no reconocimiento a la Monarquía, lo cual, dentro esa postura, parece coherente y lógica.

Lo que sin embargo sí chirría más es el argumento esgrimido por algunos personajes del mundo del cine, música y deporte alegando el sorprendente argumento “me debo a mi público y no puedo entrar en conflicto con ellos”.

Que ese discurso salga de Adriana Lastra, cuyo único valor es algo tan simple como haberse afiliado a un partido con 17 años y en momentos de guerra haber apostado por el César Sánchez, parece normal y hasta lógico.

Que esa perorata salga de Irene Montero, cuyo más reconocido mérito es haber mostrado habilidad de acercamiento al macho alfa, es natural.

Adriana e Irene, como una larga lista de satélites que pululan alrededor de la pareja Sánchez-Iglesias, son dirigentes puestos a dedo. A nadie se le escapa que su hoja de servicios es nula. Se deben a su público y no pueden entrar en conflicto con ellos.

Lo que sí llama más la atención es cuando a tus 2,16 metros de estatura, y posees un historial con innumerables oros, platas y bronces en Campeonatos del Mundo, Campeonatos de Europa y Olimpiadas, resulta que nos desvela que puede perder admiradores y sponsors (este segundo argumento me huele que es definitivo) por apoyar públicamente a la Corona.

Y yo, ingenuo de mí, que me quedé tantas noches en vela para ver en directo partidos de los Lakers de madrugada…



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