sábado, 24 de octubre de 2020

la amistad NO está por encima de todo

 

No es la primera vez, ni la última, que las circunstancias de la vida obligan a desnaturalizar las relaciones entre las personas; en el mundo laboral, en el afectivo, y, cómo no, en el vasto ámbito de la política.

Y en los desacuerdos que afectan a la amistad, en la política, se cuenta con la impresentable colaboración de los palmeros que añaden un tono ácido a las rupturas.

Con el tiempo se diluye, se disimula, se manipula y hasta casi se olvida el fondo de la escisión de aquella amistad que parecía firme e inquebrantable.

Veremos qué consecuencias tiene para la ciudadanía este divorcio entre Pablo Casado y Santiago Abascal. Confiemos que las formas tan agresivas, siendo generoso en mi comentario, por parte de Casado, no tengan que lamentarlo los ciudadanos.

Siempre me quedará la duda de si los incendiarios han sido los palmeros o el propio Pablo Casado que hasta el día de ayer siempre se había mostrado como una persona firme en el manejo de las formas y el mensaje.

A margen de la estrategia política, el que firma este escrito prefiere quedarse con el estilo sobrio, sensato de Abascal tendiendo la mano.

En el recuerdo quedará esta demostración de ausencia de valores tan asentada en la política que mereció los vítores de la bancada del P.P. y los aplausos de los diputados del PSOE y de U.P.; yo me quedo con la belleza del silencio de la bancada injustamente desperdigada por el hemiciclo de los integrantes del grupo VOX al escuchar la réplica de Santiago Abascal.

Unos han estado en el papel de políticos; posiblemente desde ayer hasta mejores políticos. Los otros se mantuvieron como PERSONAS… todavía.

Son las dos interpretaciones de una foto de juventud.



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